A 60 años de un juicio histórico

Por Alexis Quiala Ferrer

Han transcurrido 60 años desde que Fidel, con su voz vibrante y su fuerza de espíritu realizó el alegato que luego se conoció como “la historia me Absolverá”, documento donde denunció los crímenes de la dictadura de Batista, el asesinato de sus compañeros, los abusos contra el pueblo y la intervención de las empresas extranjeras que explotaban el país.

El juicio, suspendido algunas veces, sirvió, además para exponer un programa mínimo, de la acción revolucionaria si hubiera ganado.

En su alegato, muy avanzado para su época, Fidel resaltó el valor del pueblo y la forma que tenía para alcanzar su plena libertad, además de la importancia de realizar la Revolución para lograr esos objetivos.

En el documento, Fidel señala lo que consideraba los males de la Cuba de entonces, resumidos en seis problemas fundamentales: El problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud.

Entre las cuestiones principales destacaba que:

El 85% de los pequeños agricultores cubanos pagaba renta y sufría la amenaza perenne del desalojo cuando más de la mitad de las mejores tierras estaban en poder de compañías extranjeras y una gran proporción de la población era analfabeta.

400.000 familias del campo y la ciudad vivían hacinadas y casi dos millones y medio de la población urbana pagaba altos alquileres por las casas que ocupaban.

El 90% de los niños del campo eran devorados por los parásitos.

La existencia de más de un millón de desempleados.

Fidel Castro había sido mantenido alejado del tribunal desde el final de la primera sesión, donde fueron condenados sus compañeros y luego trasladados a Isla de Pinos.

Su juicio tuvo lugar el 16 de octubre, hace hoy 60 años, en una pequeña sala del Hospital Civil Saturnino Lora. Junto al líder del grupo fueron juzgados Abelardo Crespo, acostado en una cama debido a las múltiples heridas recibidas, y Gerardo Poll Cabrera.

Los acusados se tornaron acusadores, denunciando los crímenes cometidos contra sus compañeros. Es en ese momento cuando comienza a tomar forma uno de los mitos más impactantes del asalto al Cuartel Moncada. Había pocas personas presente cuando Fidel Castro se levantó para asumir su propia defensa. El juicio había durado cuatro horas, de las cuales Fidel consumió la mitad denunciando el golpe de estado, los crímenes contra sus compañeros, su programa de gobierno si hubiera triunfado, y otras consideraciones de interés nacional. Al final, fue sentenciado a 15 años de privación de libertad.

Llegó a la Isla el 17 de octubre y desde entonces formó un movimiento que lo llevó al triunfo y puso a este territorio en lo alto de la historia nacional. Primero por la prisión fecunda, después por ser la sede del movimiento 26 de julio y el lugar de donde salió ese importante documento conocido luego como “La Historia Me Absolverá”.

 

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